segunda-feira, março 12, 2007

La Despedida del Joven Werther

(El escenario es un acantilado. Hay viento. No hay sol. Casi al borde de la roca hay un minibar con botellas de vodka y figuras en porcelana de Boris Yeltzin y Magda Goebbels. El joven Werther se halla sentado en el borde con las piernas recogidas y se lastima las encías con un mondadientes. Con un gesto mas bien flemático aparece caminando Guillermo. Tiene un libro muy grueso en el bolsillo del pantalón y se ha afeitado la cabeza)

Guillermo: (asomándose al acantilado) Pensé que ya estarías allá abajo.
Werther: No creáis que siento tanto desdén por mi propia vida. Hay una tempestad en mi cabeza y un tifón en mi corazón, pero estoy tratando de soportarlo.
Gui: Eres gay.
Wer: No conozco tal vocablo, mi ilustre amigo, pero percibo vuestra burla y, créame, esperaba mayor sensibilidad de vuestra parte.
Gui: Ser sensible te ayuda a disfrutar la música, a pintar, a escuchar a los demás, pero no podemos confundirla con estupidez melodramática hasta el punto de colocarte al borde de un acantilado...
Wer: ¡Pardiez¡ Dejad de atiborrarme con tanto sermón. ¿Acaso no recuerdas la pérdida de Gretchen? Ella, tan suave, tan blanca, nereida de piel nacarada...
Gui: Y... claro, todos tienen sus cualidades. Pero todo eso que nombras son, si lo ves más allá, elementos muy comunes en la belleza femenina y que no serán muy difíciles de repetir.
Wer: Usted me malinterpreta grotescamente, amigo. Mi amor por Gretchen no se basa solo en sus atributos físicos sino en esa esencia femenina tan preciada... ese ardor de mujer joven que no volveré a encontrar en mujer alguna.
Gui: Pensé que podríamos hablar de otra cosa... tengo a un personaje del gran Goethe frente a mí pero no deja de hablar sandeces.
Wer: Creo que no podemos estar de acuerdo, querido amigo.
Gui: Si te salieras de tu nube cereza podríamos ser los mejores panas... podríamos ir al casino, a La Isla, tomarnos unas chelitas. Te presentaría a Barney, a Vikingo, a Chabela... todos los panas. En tu siglo romántico no tenían las maravillas actuales.
Wer: Créame, amigo, que me encantaría sentarme a disfrutar los placeres mundanos, pero esta opresión no deja a mi corazón latir como debiera. Sin Gretchen no soy más que un pobre cisne sin su Leda... me agoto y caigo.
Gui: Cuando caigas por este acantilado vas a ser un cisne sin esqueleto.
Wer: Entonces, querido colega, me ayudarás a cumplir mi cometido?
Gui: Dame una palanca y un punto de apoyo y moveré al universo. (Guillermo empuja a Werther sin previo aviso)
Wer: (Gritando en el vacío) ¡Y sin embargo se mueveeeeeeee!

(Guillermo se queda solo. Se acerca al minibar y se prepara un vodka tonic. Saca también una tajada de piña. Entra Lydia con un enorme sombrero de ala)

Lydia: ¿Ya?
Gui: No fue difícil. Ése estaba tan ansioso por morir como yo lo estoy por comprarme una filmadora.
Ly: (en tono burlesco) Dios proveerá
Gui: jaja
Ly: jajajaja

(Telón. Aunque sería medio lámpara conseguir un telón en media playa desierta)

Um comentário:

halfing disse...

mmmmmm
yo que empiezo a leer werther y crei que algun momento se aparecia este juego de aparecidos y desapercibidos...por lo que ello me estaba sonando mal.
hasta luego, lo visitare, en cuento ud. lo permita,pronto.
:)